jueves, 28 de noviembre de 2019

TODO SOBRE LOS DRIVERS

¿Qué son los drivers y por qué son necesarios para el funcionamiento del PC?

Si hablamos a nivel básico, todo PC se compone de hardware y software como componentes principales. El software es el sistema operativo y los programas, mientras que el hardware es el procesador, la placa base, la memoria RAM, los periféricos, etc. El software es, lógicamente, genérico, de manera que cualquier software funcione en cualquier hardware (o casi), pero para que eso funcione, hace falta que haya un elemento intermedio para que, digamos, el software sea capaz de entender al hardware y viceversa.

 

Dos clases: drivers universales y los desarrollados por fabricantes

Con el concepto de que los drivers son los que traducen el hardware hacia el software en mente, lo más lógico es pensar que sea el fabricante de hardware el que los desarrolle, y efectivamente así es en la gran mayoría de los casos. Pero no siempre.

Microsoft, por ejemplo, hace drivers universales que funcionan con casi todo, y prueba de ello es que generalmente cuando instalamos Windows 10 desde cero, no necesitamos instalar drivers de casi nada (generalmente solo los más actualizados de la tarjeta gráfica para garantizar el mejor rendimiento). De esta manera, el fabricante puede olvidarse de tener que desarrollar estos elementos para su hardware y puede centrar sus esfuerzos en mejorar el rendimiento de su dispositivo.

Claro está, con unos drivers específicos para tu hardware y no unos universales, se evitan posibles problemas de compatibilidad, y se garantiza igualmente el mejor rendimiento, que es lo que sucede habitualmente con los drivers de las tarjetas gráficas de NVIDIA y de AMD. No obstante, incluso sin instalar ningún tipo de controlador, al encender el ordenador la pantalla mostrará la imagen de la tarjeta gráfica gracias a estos drivers universales.
Independientemente de quién sea el que desarrolle los controladores, los creadores de software se benefician de ellos. Por ejemplo, tu editor de texto, como el Word, hace una llamada al driver de la impresora cuando tú quieres imprimir algo, e independientemente de qué modelo de impresora tengas va a funcionar igual. Lo mismo sucede con el ratón, el teclado o tus altavoces. Sin estos drivers, el sistema o la aplicación no sabría cómo comunicarse con la impresora, siguiendo el ejemplo que hemos puesto.

De todos modos, los responsables del software no tienen que reinventar la rueda. Si una aplicación necesita imprimir, el desarrollador crea una función básica de impresión y el resto del trabajo se lo deja al sistema operativo o, en este caso, al driver que tengamos instalado para la impresora. Con todo y con eso volvemos a lo de antes: el fabricante de la impresora puede desarrollar su propio driver, o incluso su propio software como hacen Brother o HP.







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